Bufeos (Delfines de rio) no se vayan de las ciudades.
La semana pasada tuve la oportunidad de visitar la hermosa ciudad de Yurimaguas, a orillas de imponente Río Huallaga (aun en el departamento de Loreto). Entre las cosas que más me maravillaron fue cuando al visitar el puerto “El Vado” (en el rió Paranapura que desemboca en el Huallaga). Pude apreciar la presencia de un enorme Bufeo Gris, que de forma acrobática, se acercaba imponente y juguetón a las pequeñas embarcaciones que atracaban allí. Y para toda la población era muy común esta escena.
Se preguntaran que tiene de curioso este avistamiento, pues se vinieron a la mente varios recuerdos de la infancia, cuando el Amazonas aun estaba a orillas de Iquitos, en las tardes y como jugando iba a caminar por el actual puerto de “Productores”. Y yo podía apreciar no solo a uno, sino a varios bufeos, que con sus zambullidas e interacción daban un contexto especial a esta vista citadina. En la actualidad, estas especies están alejadas de las ciudades, pues la contaminación de los ríos, el crecimiento demográfico, el uso inapropiado de los recursos, alejamiento de especies de peces (alimento básico), la deforestación, la falta de tolerancia de las poblaciones con estos animales, han disminuido los habitads, y las condiciones para que ellos puedan estar más cerca del hombre. En fin el hombre esta haciendo que las especies cada vez se alejen de las ciudades, y utilicen los ríos más remotos o protegidos (reservas nacionales), para su sobrevivencia. En el 98 cuando con mis compañeros de la universidad entramos al Pacaya Samiria, en la entrada del río Yanayacu, encontramos un habitat de bufeos, que nos impresionó de sobremanera, sin embargo horas más tarde pudimos ver que algunas especies muertas descendían de aguas arriba, sin obtener ninguna explicación.
En la amazonia peruana existen 2 tipos de bufeos o delfines de rio, el bufeo colorado (Inia geoffrensis) y el bufeo gris (Sotalia fluviatilis), y estas especies, hace unas decadas, además estaban abundantemente distribuidos a lo largo de la amazonia continental (e incluso en la cuenca del Orinoco), pero hoy son escasos los reportes de avistamientos, sobre todo cerca de ciudades como Iquitos, y si nadie hace nada por preservar sus habitats, la próxima generación de loretanos solo podrán conocerlos por fotos (como otras especies).
Por otro lado, es considerable el significado mítico de esta especie en algunas poblaciones amazónicas, le tienen más que respeto, miedo y rechazo, por ello incluso muy poca gente los pesca, pues lo consideran un ser demoníaco. Mi madre contaba, que en la comunidad donde la familia vivía, era común la creencia de los poderes sobrenaturales de los bufeos, pues si alguien se perdía o ahogaba, lo primero que pensaba la gente, era que habían sido robados o hechizados por estos. Se decía que cuando alguien andaba solo por el bosque, los bufeos se convertían en humanos muy hermosos, y lo seducían, hasta perderlos en el bosque, luego los capturaban y eran llevados a su mundo, para ser esclavos de ellos. Por ello incluso los hombres tenían miedo de encontrar a alguna mujer hermosa y blanca en medio de la selva, pues pensaban que era una actuación maléfica de estos seres. Por otro lado es parte de las creencias populares en Iquitos (según algunos es una creencia creada por los caucheros de hace un siglo, que estaban alejados en el bosque, y las usaban para sus necesidades sexuales), que la practica de zoofilia con ellos, proporcionan ilimitada atracción física del sexo opuesto, algunos lo practican para ser irresistibles y tener varias parejas. Dicen que es la mejor “puzanga” que existe, que al final es una práctica tradicional inapropiada, muy criticable, desterrable y sin ninguna conciencia acerca del uso de nuestros recursos naturales.
En fin me da mucha lastima, formar parte de esta generación que tampoco mejora la interrelación de los recursos como este pez, , pero no pierdo las esperanzas de que nuestras poblaciones mejoren la conciencia colectiva respecto al uso de los recursos naturales, de lo contrario, solo tendremos “selvas desiertas“, y ríos que más parecerán desagües urbanos.
Se preguntaran que tiene de curioso este avistamiento, pues se vinieron a la mente varios recuerdos de la infancia, cuando el Amazonas aun estaba a orillas de Iquitos, en las tardes y como jugando iba a caminar por el actual puerto de “Productores”. Y yo podía apreciar no solo a uno, sino a varios bufeos, que con sus zambullidas e interacción daban un contexto especial a esta vista citadina. En la actualidad, estas especies están alejadas de las ciudades, pues la contaminación de los ríos, el crecimiento demográfico, el uso inapropiado de los recursos, alejamiento de especies de peces (alimento básico), la deforestación, la falta de tolerancia de las poblaciones con estos animales, han disminuido los habitads, y las condiciones para que ellos puedan estar más cerca del hombre. En fin el hombre esta haciendo que las especies cada vez se alejen de las ciudades, y utilicen los ríos más remotos o protegidos (reservas nacionales), para su sobrevivencia. En el 98 cuando con mis compañeros de la universidad entramos al Pacaya Samiria, en la entrada del río Yanayacu, encontramos un habitat de bufeos, que nos impresionó de sobremanera, sin embargo horas más tarde pudimos ver que algunas especies muertas descendían de aguas arriba, sin obtener ninguna explicación.
En la amazonia peruana existen 2 tipos de bufeos o delfines de rio, el bufeo colorado (Inia geoffrensis) y el bufeo gris (Sotalia fluviatilis), y estas especies, hace unas decadas, además estaban abundantemente distribuidos a lo largo de la amazonia continental (e incluso en la cuenca del Orinoco), pero hoy son escasos los reportes de avistamientos, sobre todo cerca de ciudades como Iquitos, y si nadie hace nada por preservar sus habitats, la próxima generación de loretanos solo podrán conocerlos por fotos (como otras especies).
Por otro lado, es considerable el significado mítico de esta especie en algunas poblaciones amazónicas, le tienen más que respeto, miedo y rechazo, por ello incluso muy poca gente los pesca, pues lo consideran un ser demoníaco. Mi madre contaba, que en la comunidad donde la familia vivía, era común la creencia de los poderes sobrenaturales de los bufeos, pues si alguien se perdía o ahogaba, lo primero que pensaba la gente, era que habían sido robados o hechizados por estos. Se decía que cuando alguien andaba solo por el bosque, los bufeos se convertían en humanos muy hermosos, y lo seducían, hasta perderlos en el bosque, luego los capturaban y eran llevados a su mundo, para ser esclavos de ellos. Por ello incluso los hombres tenían miedo de encontrar a alguna mujer hermosa y blanca en medio de la selva, pues pensaban que era una actuación maléfica de estos seres. Por otro lado es parte de las creencias populares en Iquitos (según algunos es una creencia creada por los caucheros de hace un siglo, que estaban alejados en el bosque, y las usaban para sus necesidades sexuales), que la practica de zoofilia con ellos, proporcionan ilimitada atracción física del sexo opuesto, algunos lo practican para ser irresistibles y tener varias parejas. Dicen que es la mejor “puzanga” que existe, que al final es una práctica tradicional inapropiada, muy criticable, desterrable y sin ninguna conciencia acerca del uso de nuestros recursos naturales.
En fin me da mucha lastima, formar parte de esta generación que tampoco mejora la interrelación de los recursos como este pez, , pero no pierdo las esperanzas de que nuestras poblaciones mejoren la conciencia colectiva respecto al uso de los recursos naturales, de lo contrario, solo tendremos “selvas desiertas“, y ríos que más parecerán desagües urbanos.
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