TULIO TRIGOSO y el orgásmico Sonido 2000 de toda la vida
Extraido de la Revista "el Tarapotino"
Cuando sube Tulio Trigoso al escenario mira al público con la autoridad que le entregan esos treintaicuatro años de hacernos bailar al son de su “Cariñito” (que es más nuestro que suyo), de su “Buena Mujer” o de su “Si Vienes Conmigo te invito a gozar”. Lo paradójico del caso es que para Tulio Trigoso esa mirada, en lugar de ufanada se convierte en comprensiva, en abarcante, además de profética. Con solo una pequeña ojeada, sabe si es que el éxito de su concierto esta asegurado o si es que será un verdadero desastre; pues de eso esta hecha la vida, de momentos buenos y malos. Con su mirada más expansiva, nos entrega su humildad, aquella que le permite beber una cerveza con el primero que se le cruce por el camino y le diga ¡salud!, sin negarse nunca. Ese es Tulio trigoso, un ser humano que vale oro…
¡Imaginemos que Tulio Trigoso estuvo a punto de dejar de lado sus vacilones (nombre con el que califica a sus colosales punteos)!.En el año 1984, cuando tulio toleraba una incipiente fama, decidió ir a buscar a esa mujer que roba el sueño, aun cuando la cerveza le había robado la conciencia. Era una tarde común cuando se comunicó con su amada Cheryl, que hasta hoy lo acompaña; y le prometió llegar en treinta minutos hasta su casa en Lamas. Él, un pucacaquino con tres discos en su haber junto al sonido 2000, estaba en Tarapoto y ni bien colgó el teléfono empezó a arreciar una fuerte lluvia. Lo cierto es que, como siempre “pasa cuando sucede”, se encontró con algunos amigos, quienes le invitaron a tomar dos chelitas.
“Cuando escampó la lluvia, después de algunas horas, me dí cuenta que estaba incumpliendo la cita, entonces agarre mi moto y sin escuchar a mis amigos, creyéndome Superman embalé hacia Lamas; dice que me vieron cruzar el puente Cumbaza hecho una bala y cuando entre a la carretera a Lamas, yo no veía si había derecha o izquierda. En el carril contrario venía una camioneta con alumnas de Tingo Maria y no “le” había visto y choque directo hasta salir volando y caer de cabeza en la tolva; felizmente caí en las piernas de estas chicas que me salvaron la vida”, nos cuenta un tanto condolido Tulio, mas que cualquier cosa por lo que significó aquel golpe en su vida. Tras ello, dejó tres años la música, hasta que en 1987, tras una larga rehabilitación sacó un nuevo long play, ganador de un disco de oro. Seria “Mi Cariñito” la canción que lo relanzó a la fama, alcanzando un casi inmediato éxito en todo el país.
¡Imaginemos que Tulio Trigoso estuvo a punto de dejar de lado sus vacilones (nombre con el que califica a sus colosales punteos)!.En el año 1984, cuando tulio toleraba una incipiente fama, decidió ir a buscar a esa mujer que roba el sueño, aun cuando la cerveza le había robado la conciencia. Era una tarde común cuando se comunicó con su amada Cheryl, que hasta hoy lo acompaña; y le prometió llegar en treinta minutos hasta su casa en Lamas. Él, un pucacaquino con tres discos en su haber junto al sonido 2000, estaba en Tarapoto y ni bien colgó el teléfono empezó a arreciar una fuerte lluvia. Lo cierto es que, como siempre “pasa cuando sucede”, se encontró con algunos amigos, quienes le invitaron a tomar dos chelitas.
“Cuando escampó la lluvia, después de algunas horas, me dí cuenta que estaba incumpliendo la cita, entonces agarre mi moto y sin escuchar a mis amigos, creyéndome Superman embalé hacia Lamas; dice que me vieron cruzar el puente Cumbaza hecho una bala y cuando entre a la carretera a Lamas, yo no veía si había derecha o izquierda. En el carril contrario venía una camioneta con alumnas de Tingo Maria y no “le” había visto y choque directo hasta salir volando y caer de cabeza en la tolva; felizmente caí en las piernas de estas chicas que me salvaron la vida”, nos cuenta un tanto condolido Tulio, mas que cualquier cosa por lo que significó aquel golpe en su vida. Tras ello, dejó tres años la música, hasta que en 1987, tras una larga rehabilitación sacó un nuevo long play, ganador de un disco de oro. Seria “Mi Cariñito” la canción que lo relanzó a la fama, alcanzando un casi inmediato éxito en todo el país.
Este músico virtuoso no lo es por accidente. Escuchar buena música es, sin ninguna duda, un primer indicador de su formación. Tulio como buen setentero, tiene entre las bandas mas añoradas por su recuerdo a Grand Funk Railroad, Led Zepellin, Jimmy Hendrix, Deep Purple y como su última inspiración a Santana. Pero por encima de todos ellos se encuentra Enrique Delgado (que en paz descanse el maestro), de Los Destellos. En la actualidad, son mas de 130 temas grabados por el sonido 2000, pero en la cabeza de Tulio existen hasta 500 canciones, muchas de las que se van quedando en el olvido sin haber sido nunca tocadas. Para él, su estilo no puede cambiar y éste se compone de una guitarra y dos órganos, además de algunos efectos. Es lo fundamental; lo demás son complementos.
Tulio ha hecho de la música una empresa familiar. Así su hijo Tulín es la segunda guitarra de la banda, mientras que Cheryl, su esposa, es la encargada de ver todo lo referido al movimiento de dinero. Sus otros hijos aún no se animan a entrar en el negocio familiar, pero lo harán pronto, nos dice segura Cheryl, quien afirma además que Tulio Trigoso es tan fiel en el matrimonio que ella desconoce lo que son celos (“feo debe ser di”, me dice)…Para ser sinceros, aquella versión fue desmentida horas mas tarde por su propio hijo, Tulín, quien nos dió cuenta de algunos arranques (claro que producto de la misma emoción de los conciertos), de las que es objeto su madre, cuando alguna huambra de esas atrevidas se le sube al codo al gato de oro de la cumbia; quien, con sus maneras delicadas, a veces no es tan radical en los desplantes como su esposa esperaría. Ese es el precio de la fama.
Hablar sobre anécdotas de la vida con estos músicos itinerantes es todo un gozo. El timbalero, mas conocido como Piwicho, no solamente tiene fama de ser mujeriego, sino que además cuenta anécdotas de las mas impensadas, sucedidas en los largos 10 años que tiene al lado del sonido 2000.Llegó a la conclusión (no querrán que cuente los sinsabores y las delicias acá, se los aseguro), de que los músicos, por lo agitada que termina resultando su existencia, viven los extremos de alegrías y tristezas, materia prima fundamental para una buena canción.
Acompañé al maestro Tulio Trigoso hasta Yumbatos, a donde me invitó cordialmente para ver en escena (como lo hice muchas veces, pero nunca de tan cerca), como es un concierto del Sonido 2000. Lo primero, como es natural, que viene a mi mente de ese momento que debo recordar, es la guitarra roñosa, aullante y extásica de Tulio, pero además las “sexy culebritas”, que son otro instrumento (esta vez mas visual que auditivo), que nos dejan impactados de por vida.
Acompañé al maestro Tulio Trigoso hasta Yumbatos, a donde me invitó cordialmente para ver en escena (como lo hice muchas veces, pero nunca de tan cerca), como es un concierto del Sonido 2000. Lo primero, como es natural, que viene a mi mente de ese momento que debo recordar, es la guitarra roñosa, aullante y extásica de Tulio, pero además las “sexy culebritas”, que son otro instrumento (esta vez mas visual que auditivo), que nos dejan impactados de por vida.
Pilar, Milagros y Paola (como olvidar esos nombres), nos entregan en sus ondulaciones, la perfección del ritmo de Tulio, y da la impresión por momentos (con la cerveza y la libido en la cabeza) de que formasen parte de un mismo instrumento, junto a la guitarra, maniobradas por las decisiones del músico. He visto muchos conciertos de cumbia y chicha y en todos ví otras bailarinas, pero la guitarra y el arte de Tulio, complementados por estas tres bellezas, son todo un placer orgásmico (como diría el bullanguero animador llamado Correcaminos “esta música es la que te hace derramar…lagrimas”), al punto de que mientras hago algunas fotografías, veo detrás de mi a dos perros atentos al concierto y formando parte uno del otro, por así decirlo.
No digo más, por temor a seguir derramando lágrimas en el papel. Solamente debo agregar que el Sonido 2000 acaba de sacar un nuevo disco. Se trata de Primicias, un trabajo que contiene entre otras canciones “Río Cumbaza”(del niño de ocho años Chayanne Zuta), “Virgen de la Natividad”, “Que Voy a Hacer”, “Te he Vuelto a Encontrar” y una nueva versión, alucinante, de “Mi Canción es Para Ti”.Lo siguiente es una sugerencia: nunca pierda la oportunidad de ver al Sonido 2000 en escena y si es amazónico y no lo ha hecho hasta ahora, usted no ha vivido aún lo suficiente.
No digo más, por temor a seguir derramando lágrimas en el papel. Solamente debo agregar que el Sonido 2000 acaba de sacar un nuevo disco. Se trata de Primicias, un trabajo que contiene entre otras canciones “Río Cumbaza”(del niño de ocho años Chayanne Zuta), “Virgen de la Natividad”, “Que Voy a Hacer”, “Te he Vuelto a Encontrar” y una nueva versión, alucinante, de “Mi Canción es Para Ti”.
Labels: el sonido 2000, tarapoto, tulio trigoso
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