Magaly Solier vive la historia de la Cenicienta con el Principe Oscar

Hoy me conmovió mucho Magaly Solier en el reportaje de Reporte Semanal, en verdad su familia es una de las tantas del Perú, afincadas en el Perú profundo, viviendo aún del campo y de lo que básicamente la naturaleza le puede brindar. Familias a la vez excluidas de servicios de salud, educación y oportunidades para progresar. Ahora entiendo el sueño de Magaly, de que su pueblo tenga su propia universidad, ella cree que la educación es el proceso que trasformará su sociedad para mejor.

Magaly ha demostrado que el talento de la actuación no es exclusivo del estrato social alto, pues casi el 100% de actores peruanos dedicados exclusivamente a ese trabajo provienen de allí. Pues estudiar para actor, o pagar los talleres de actuación resulta sumamente caro, incluso a causa de la escasa oferta de formación muchos se preparan fuera del Perú, siendo esa preparación más cara aún. A ello se suma el racismo existente en los círculos peruanos ligados a cine y al teatro. Incluso nunca antes conocí algún actor peruano de orígenes andinos con mayor éxito que Magaly. De estrato bajo, sin estudios, mujer, andina, y provinciana, quien con su única oportunidad de su vida fue capaz de llenar los oídos del mundo con el nombre del Perú.

Me apena que “la Teta Asustada” en nuestro país haya sido bastante cuestionada, le acusan de todos los errores posibles, sé que no es la película perfecta, pero estoy seguro que es mejor que tantas producciones mediocres que el mismo Holywood nos ofrece. Y que ha sido hecha por el esfuerzo y sueño de unas chicas peruanas, a la que ante tanta indiferencia de nuestra sociedad, todos debemos apoyar. Incluso en el Festival de Cine de Lima no ganó por racismo, lo anecdótico es que ganó una película chilena de poco éxito en general. La “Teta Asustada” es como el Cienciano del cine.

Pensando en el éxito de Magaly su vida se parece al cuento de la Cenicienta. Donde todas las actrices del Perú son sus hermanastras, que a ella menosprecian y discriminan por sus raíces raciales y socioeconómicas. Todas actrices del Perú y el mundo sueñan con estar o ganarse el Oscar.

Claudia Llosa es una especie de “hada madrina”, que una tarde en la plaza de Huanta encontró a una ahijada a la que puso un vestido plateado con su varita mágica llamada “Cámara filmadora”. La puso en las fiestas de Berlín, y en tanto concurso que gano la “Teta Asustada”, Magaly deslumbró y fue el centro de atención.

Ahora el Principe Oscar la invito a Bailar en su palacio, y existe muchas posibilidades de que la elija en una noche especial. Lo malo es que muchas de sus hermanastras hasta ahora no conciben la idea de que ella haya sido la única peruana que llegó hasta allí. Sin embargo todos los peruanos deberíamos esperar con alegría la victoria, pues es del cine peruano.

Sería magnifico si ganara “La teta asustada”, y más si fuera como sucede en los cuentos de hadas, que todos vivan felices para siempre, sin embargo ello sólo quedara allí, por la falta de que las entidades del gobierno y la empresa privada apoyen la instalación de una industria del cine peruano, que permita seguir descubriendo a peruanos talentosos, y nos permitan ser reincidentes en los premios oscar, es una utopía, aunque Magaly ya nos demostró que no existen imposibles.