Cuidado con el maltrado a los indigenas achuares de la base petrolera de Andoas (Loreto)
Nunca voy a estar a favor de la violencia, y lamento las muertes y heridos de este fin de semana en la base petrolera de Andoas en Loreto. Siempre el gobierno y autoridades llaman al orden, al respeto y la justicia. Sin embargo algo que no podemos dejar de lado es el hecho de que estos actos son las consecuencias de la falta de pulso y en muchos casos incumplimientos de promesas de nuestras autoridades.
Yo les pregunto compatriotas ¿Que haríamos? Si alguna empresa extrajera petróleo cerca nuestras casas, y que todos sus desechos los mandara a nuestros patios, sin respetar el medio ambiente, y sin tener en cuenta que ahí vivimos seres humanos. ¿Que haríamos? Si viéramos a nuestros hijos retorcerse de dolor por diversas enfermedades originadas de las secuelas de contaminación que estas ocasionan. Nosotros no lo toleraríamos e iríamos a los medios de comunicación o a las fiscalias a quejarnos, sin embargo ese tipo de reacciones es un tanto complicado para los miles de loretanos que viven aislados en la Amazonía.
Es fácil para nuestros gobiernos exigir orden y respeto, sin embargo nosotros no tenemos a nuestros hijos pudriéndose con enfermedades de la piel, o tomando agua envenenada de los ríos, quebradas y pozos, o en el peor de los casos alimentándose de peces y carnes contaminadas. Esa es la realidad de las poblaciones aledañas a los pozos petroleros de la amazonia. A ello se añade la erosión cultural que sufren estos grupos indígenas. Pues los colonos congregados allí por la actividad petrolera también llevan el alcohol, las drogas y el sexo irresponsable. Considero que es el mismo tipo de genocidio realizado por los caucheros en el siglo pasado, solo que ahora tiene matices de modernidad, por que igual están condenando a la desaparición a estos autóctonos.
En estos últimos años estos grupos de indígenas reiteradamente se vienen levantando a exigir el respeto de su derecho a la vida, y nuestras autoridades sólo toman medidas para calmar la coyuntura, dejando a un lado el fondo de un verdadero problema. No es que solo se necesite un campo deportivo o la construcción de un local comunal, el daño cultural y medioambiental hecho por la actividad petrolera es irreversible y gigantesco. Creo que estos grupos indígenas y todos los peruanos deberíamos demandar al estado por avalar y permitir que estas empresas destrocen el medioambiente.
Estos últimos acontecimiento tienen una naturaleza laboral, surgieron como protesta pacifica en contra de la discriminación que sufren los trabajadores indígenas que trabajan en la actividad petrolera. Ellos exigían igualdad en los derechos laborales, algo que consideramos justo, pues los indígenas no pueden tener un rango diferente por su origen racial, teniendo en cuenta que a la hora de trabajar hacen las mismas actividades, que los obreros mestizos.
El gobierno ni bien se enteró de lo sucedido envió un grupo de sus fuerzas especiales con la finalidad de acabar con el levantamiento, espero que ellos no terminen desapareciendo a todas esas poblaciones. Me gustaría que también se envíen observadores del respeto a los derechos humanos, pues nuestras instituciones castrenses son campeonas propasándose con nativos y campesinos. Si no me creen lean el informe de la comisión de la del tiempo del terrorismo. Espero que todo se pueda solucionar de manera pacifica, y espero que se pueda devolver la vida a estas tierras..
Casi todos los peruanos tenemos ascendencia indígena americana, algún pariente de nuestra genealogía hace algunas décadas formaba parte de estos grupos, así es que surgió este Perú actual. Por lo que debemos apoyar el fomento del respeto a estos grupos, pues si algún día ellos desaparecen desaparecerán las verdaderas raíces de este país que muchos decimos querer, aunque todos decimos que es un país ingrato.
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