En el Perú todos los “no carnetizados” somos sospechosos de ser terroristas

Si bien es cierto, en estos últimos días no he podido postear muy seguido, por temas de chamba y otras responsabilidades, no he querido acabar el día sin antes manifestar mi rechazo a la actual estrategia maquiavélica que viene ejecutando el gobierno para controlar y manejar el país.

En los tres artículos del Perro del Hortelano que supuestamente escribió Alan Garcia, constantemente se ataca a los activistas opositores que están en contra de los procesos de privatización de los recursos naturales, incluso se menciona a los conservacionistas como los comunistas del nuevo milenio, pero más que eso, esos artículos encierran la postura clara del gobierno a la intolerancia a todo lo que se oponga a su parecer. Recuerdo que uno de los paros que hicimos acá en Loreto por la llamada Ley de la Selva, generó reacciones diarias en los más altos niveles del ejecutivo, el primer ministro y el mismo presidente salían a decir en la prensa nacional que un grupo reducido de comunistas humalistas estaban haciendo alboroto sin motivo alguno. Y para variar los medios de prensa nacional no se interesaban por el problema real. Cuando yo mismo no estaba de acuerdo con la llamada Ley de la Selva, pero por no estar de acuerdo ya estaba considerado comunista humalista revoltoso. ¿Donde queda el derecho a la opinión y libertad expresión.?

El gobierno mismo régimen fascista, se ha otorgado atribuciones para calificar de revoltosos o terroristas a cualquiera que no tolere sus planteamientos. Hablan tanto de democracia cuando actúan como dictadores. Hablan tanto de justicia social cuando a los pobres pobladores rurales (poblaciones indígenas y mestizas) los consideran “perros del hortelano”. Hablan tanto de igualdad y transparencia, cuando son evidentes los casos de copamiento de cargos del sector publico por los miembros del Partido Aprista. Hablan tanto de libertad de expresión, cuando todos sabemos que Quijano y Hildebrandt son considerados leprosos del arte y periodismo, y es que la sociedad es muda pero no siempre ingenua. Me recuerda a mi profesor de estadística de la universidad que decía: La solución optima para que no haya pobres, es que se los mate a todos.

Por otro lado el día de hoy hasta la iglesia católica ha acatado el Paro Regional loretano, a favor de la liberación de 7 indígenas que están privados de su libertad. Desde que los indígenas achuares tomaron el aeropuerto de Andoas, hace unas semanas, el gobierno ha iniciado una cacería de indígenas, y con ello llovieron cientos de calumnias en contra de ellos. Los trabajadores indígenas sólo exigían mejoras en sus condiciones laborales, pues con sus tierras las petroleras lucran, lo malo que ese lucro envenena sus aguas, sus tierras y sus cuerpos. No nos olvidemos que esa gente no tiene otro lugar donde vivir, no tiene nada que vender, mayormente no tienen buena salud, no tienen capital, y sobretodo no tienen muchas capacidades para afrontar con éxito los requerimiento de este mundo globalizado. ¿A dónde más van a ir?


Yo no le culpo a la Plus Petrol (ni antes a la OXY, o a PetroPeru), más bien considero irresponsables a nuestros gobernantes de turno que no supieron negociar de forma apropiada la extracción de nuestros recursos. Por esos motivos es que a veces exagero mi regionalismo. Pues estos contratos son negociados en Lima por gente con escaso conocimiento de la realidad amazónica, por gente que por un cupo, una ventaja personal o su ignorancia ha negociado mal y ha condenado a la muerte a miles de loretanos de estos grupos autóctonos.

Algo parecido pasó hace unos meses en Piura, donde campesinos piuranos se opusieron a las actividades de la minera MAJAS, el gobierno salió a darles con todo a esas decenas de familias piuranas, sosteniendo que ellos no querían el progreso para su región, y acusándolos de contaminadores del medioambiente, pues la extracción minera artesanal, según el gobierno, es más dañina para el medioambiente que la extracción minera hechas por las transnacionales. Algo que yo si sé, es que la extracción minera artesanal le da de comer directamente a muchas familias pobres, y no envía dinero a las cuentas de las trasnacionales, ni paga las planillas del estado. Ósea que todos lo que no queramos beneficiar al estado somos un peligro, pues somos los “Perros del Hortelano”.

Detesto la maquinaria represiva que utiliza el gobierno para contrarrestar las manifestaciones de protesta. Me indignó leer en un diario capitalino que un policía admitió haber efectuado disparos en contra de los campesinos que murieron en uno de los últimos “paros agrarios” en la sierra, luego de que el excelentísimo” e intocable “compañero” ministro Lucho Alva Castro había negado cualquier vinculación de la policía en ese hecho. Me encolerizó leer en los periódicos el desplazamiento de las fuerzas especiales de la policía hacia Andoas, para según ellos, hacer respetar el principio de autoridad, que pena que ellos siempre sólo intervienen en contra de personas débiles, ahí pues pueden ganar fácil. Y me encoleriza más enterarme de amenazas en contra de la vida la periodista iquiteña Mary Perez, por las constantes denuncias que realiza a favor de la población indígena. Que pena me da encontrar en varios blogs la campaña a favor Melissa Patiño, quien injustamente viene siendo privada de su libertad, por todos esos criterios enfermizos y fascistas que a veces me dan peores sensaciones de las sentía en la dictadura fujimorista, me da pena pues considero que esta chica debería estar libre.

Es una lastima que tantos años que lleva el APRA embriagándose de poder, no le hayan enseñado que en el Perú también existen personas que repudian el ser apristas (donde quisiera ser cabecilla), a los que tienen también que tolerar, así los miren mal o los critiquen. Personas que opinan de forma diferente a ellos, y no son terroristas, que quieren seguir viviendo junto a sus ríos y bosques sin contaminación y sin mal vistos por su gobierno. Que pena que el APRA siga creyendo que el gobierno peruano es su predio, y que la prioridad número uno es el beneficio de los miembros del partido, a través del carnet. Por lo que me da la sensación que para poder opinar y vivir tranquilo en el Perú, tendría que sacar mi carnet del partido aprista.

A veces me pongo analizar la lógica del partido de gobierno, y casi nada queda de su planteamiento ideológico. Y aquí salta a la luz la realidad de la política peruana. Que dice buscar algo y realmente apunta a otras cosas. De adolescente me puse a investigar sobre el aprismo y el socialismo peruano, hice buenos amigos, aprendí, y me gustaron muchas ideas, sin embargo no me pude convertir en partidario, pues no me nace. Quizás en realidad me di cuenta que no es un problema de ideas o ideologías sino de aptitudes y actitudes, y ello es complicado de cambiar.

Yo admiro los principios de Víctor Raúl, así como me gustaría que la nación peruana viva como una sola comunidad, en donde exista la igualdad, el mutuo respeto y la justicia. Pero las acciones de los partidarios del APRA, o la izquierda han matado el respeto y fomentado la intolerancia a sus activismos partidario. Es muy conocido que históricamente la rivalidad del APRA y la izquierda los ha llevado a comportarse como cualquier banda callejera en gresca. En las universidades y manifestaciones populares nos han hecho recordar a los barristas desadaptados de la U y Alianza Lima, tanto odio e intolerancia entre los bandos les han hecho olvidar sus verdaderos orígenes. El APRA de Haya y la Izquierda de Mariategui nacieron para combatir las barrigas vacías y las injusticias de los millones de excluidos que aún vivimos en el Perú.

Yo aún quiero vivir en el Perú, sin necesitar un carnet o una tarjeta para tener valor en la sociedad. Quiero que el Amazonas siga pasando por Iquitos, pero no quiero que sus aguas pasen con manchas negras de petróleo. Quiero seguir sintiéndome orgulloso de tener ascendencia autóctona, sin ver como a nuestros compatriotas indígenas los continúan excluyendo y suprimiendo. Quiero ver tv o leer Internet sin encontrar noticias de los exabruptos del gobierno y de las empresas poderosas. Quiero seguir escribiendo este blog, sin pensar que si crítico el gobierno, no me verán como terrorista.




LIBERTAD PARA MELISSA PATIÑO ¡AHORA!