El calzón de Ramón Castilla

Lo que lleva Castilla en la mano, no es el asa de su espada, sino increiblemente un calzón.

Tan mal está nuestro Iquitos, que hace más de un mes, alguién con mucho tiempo de sobra tuvo la genial idea de subir a la estatua de Ramón Castilla (en la plaza que lleva su nombre) y ponerle en la mano un calzón.

Esa estatua varias veces ha recibido atentado de ladrones fundidores, incluso me cuentan los vecinos que una vez vieron a Castilla, moviendo la mano desde un mototaxi. E incluso su placa recordatoria hace tiempos fue fundida y vendida. Esa plaza supuestamente pertenece al ejercito, a quienes (según vecinos) incluso se les robó una estatua de Vargas Guerra desde el mismo cuartel Vargas Guerra, sin que ningún soldado se diera cuenta. Para la Municipalidad es letra muerta, pues prácticamete no existe. Iquitos anda huerfano.

Encima el viernes cuando tomé la foto, se estaba preparando un evento, con muchos juegos y premios, pero a ninguno de los organizadores se le ocurrió que ello daba mala imagén a sus actividades.

Si don Ramón viviera, capáz que quisiera hacernos la guerra, por insultantes.