Arriba Perú en Voley: Perù 3 China 0
Crecí en la infancia con una selección peruana de voley ganadora, pues en los ochentas éramos una verdadera potencia mundial. Con Cecilia Tait, Gaby Perèz y la misma china Rosa García. Eran días pues en que llegábamos a las finales de los mundiales y de las olimpiadas, jugábamos mejor que todos los rivales, no importaba de que continente eran, igual les ganábamos. Para variar incluso en fútbol empatamos con el campeón Italia, antes de ser campeón en España 82, e hicimos sufrir a la Argentina campeón de Mexico 86, con el mismito Maradona sufriendo. Tanto a veces se reniega de Velasco, si la cúspide del deporte peruano se logró coincidentemente durante y posterior a los gobiernos militares.
Nunca voy a olvidar la mañana que no entré a clase por ver la final de Seúl 88, donde en cinco sets las rusas nos quitaron el sueño de ganar la medalla de oro. Nos faltó poco para ser campeones olímpicos, todas las familias de mi barrio se desvelaron esos días para ver a nuestra selección durante todo el certamen, cuando regresaron en Lima hubo una gigantesca caravana, y todo el Perú lo vio. Cada 2 años teníamos como costumbre derrotar a Brasil en los sudamericanos, y en todas las categorías, pues el dueño del voley en Sudamérica era nuestro querido Perú.
Crecí viendo a mi país triunfando en deportes, es por eso que no puedo creer que ahora ganemos poco, que perdamos a cada rato, y que nos hayamos convertido en los más inútiles, desmotivados y tengamos muchos corruptos en el deporte. Es increíble que el deporte en el Perú se haya convertido en perdedor, y se jodió coincidentemente después del primer gobierno aprista. En ese periodo con la crisis económica el deporte sufrió un lamentable abandono, la alimentación era tan mala y en todo el país, dejamos de prácticar deporte, por ir a buscar el que comer. Mientras que Brasil invirtió en infraestructura, preparación técnica y táctica, y por ello nos superó. Después del primer gobierno aprista nunca fuimos los mismos en deportes. ¿O no?
Al fin hoy, pude ver un triunfo peruano como de antaño. Por fin le ganamos a China (equipo comparado a Italia, Francia o Brasil en fútbol), por fin vuelvo a sentir ese orgullo de mi infancia. Lo que hicieron las niñas hoy, me transportaron a esos días, donde no nos importaban los rivales, pues sabíamos que los mates de nuestras compatriotas las iban a destrozar.
Una vez más estoy orgullo de las peruanas deportistas, que hacen mucho más que nosotros, por esta villa de lágrimas llamada Perú. Las cosas están comenzando a salir bien. Arriba Perú.
Van bien, muchachas van bien.
Nunca voy a olvidar la mañana que no entré a clase por ver la final de Seúl 88, donde en cinco sets las rusas nos quitaron el sueño de ganar la medalla de oro. Nos faltó poco para ser campeones olímpicos, todas las familias de mi barrio se desvelaron esos días para ver a nuestra selección durante todo el certamen, cuando regresaron en Lima hubo una gigantesca caravana, y todo el Perú lo vio. Cada 2 años teníamos como costumbre derrotar a Brasil en los sudamericanos, y en todas las categorías, pues el dueño del voley en Sudamérica era nuestro querido Perú.
Crecí viendo a mi país triunfando en deportes, es por eso que no puedo creer que ahora ganemos poco, que perdamos a cada rato, y que nos hayamos convertido en los más inútiles, desmotivados y tengamos muchos corruptos en el deporte. Es increíble que el deporte en el Perú se haya convertido en perdedor, y se jodió coincidentemente después del primer gobierno aprista. En ese periodo con la crisis económica el deporte sufrió un lamentable abandono, la alimentación era tan mala y en todo el país, dejamos de prácticar deporte, por ir a buscar el que comer. Mientras que Brasil invirtió en infraestructura, preparación técnica y táctica, y por ello nos superó. Después del primer gobierno aprista nunca fuimos los mismos en deportes. ¿O no?
Al fin hoy, pude ver un triunfo peruano como de antaño. Por fin le ganamos a China (equipo comparado a Italia, Francia o Brasil en fútbol), por fin vuelvo a sentir ese orgullo de mi infancia. Lo que hicieron las niñas hoy, me transportaron a esos días, donde no nos importaban los rivales, pues sabíamos que los mates de nuestras compatriotas las iban a destrozar.
Una vez más estoy orgullo de las peruanas deportistas, que hacen mucho más que nosotros, por esta villa de lágrimas llamada Perú. Las cosas están comenzando a salir bien. Arriba Perú.
Van bien, muchachas van bien.
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