Tuesday, October 03, 2006

Perdido en el Marañón – Desertor en la reserva Pacaya Samiria.

La verdad, antes de estudiar ingeniería de sistemas en nauta, era un amazónico de “ciudad”, o mejor dicho de Iquitos. Confieso que a la única selva que había ido en mi vida era al Parque de Quistococha. No había ido más lejos, y creo que la mayoría de mis paisanos los iquiteños están en lo mismo. La primera vez que subí a una lancha (y por ende que salí de mi casa) fue en marzo de 1998, para dar el examen en la apertura de la facultad. Bueno como me fue bien, me mude a vivir y estudiar en esa pequeña ciudad.

Se cuestionaba, bastante la inclusión de cursos como Recursos Naturales, Evolución de la Cultura Amazónica y Ecología, en una carrera, más vinculada a los números, la lógica, y sobre todo el uso de tecnologías de la información. Sin embargo estoy muy seguro, que el aprendizaje sobre la vida, la amazonia y los recursos naturales adquiridos allí, constituyen una fuente importante para fortalecer la identidad regional de cada uno de nosotros. Yo por ejemplo no sabia que San Joaquin de Omaguas era una de las 3 primeras comunidades más antiguas fundadas en la amazonía de selva baja. Que nauta tenia la iglesia más antigua de Loreto, o que los nautinos provenían de los cocamas, y que los otros pueblos de alrededor también provenían de otros grupos étnicos.

En septiembre del 98, en el curso de Ecología, nos tocaba visitar las comunidades de 20 de enero y Arequipa, en la quebrada Yanayacu, que desemboca en el rio marañon (dentro de la reserva pacaya samiria). Nosotros eramos casi 100 estudiantes de primer nivel (70% proveniente de Iquitos), después de 5 horas de viaje(con 3 lluvias incluidas), fuimos recibidos por el personal de Pronaturaleza e Inrena, y nos comenzaron a explicar su rol dentro de la reserva y todo el trabajo realizado en 20 de enero y en las comunidades cercanas.

Luego nos instalamos en una casa comunal para visitas, nos dieron camas, (tampoco esperaba las comodidades del plaza hotel de Iquitos). En la comunidad si había televisor, radio y algunas otras comodidades. Algo que si me sorprendió, fue que cuando fui a bañarme, vi que una persona lanzo un anzuelo y en menos de 30 segundos, agarró una piraña (muy roja y chispiante).

Sin embargo, cierto grupo, donde me incluyo, no estuvimos un tanto conformes con la alimentación (ya mencione que solo era amazónico de iquitos). Pero nos adecuamos y nos dio la noche. Era muy complicado estar alli, la burla, y bromas estaban a la orden de la noche, por ejemplo si alguien buscaba improvisar un baño, en el bosque, era seguido, iluminado y fotografiado, por la muchachada. Por otro lado mis patas de la promo, no desperdiciaron la noche, para testear la caña de azucar y aguardiente de la comunidad y a eso de las 11pm, había hartos “no sobrios”, que un tanto y de forma “secreta”, estaban alucinados y felices. Esa noche recuerdo, se armo una inmundicia verbal, se insultaban de todo (en esa sala grande, habían camas camarote, cada uno con su mosquitero, no sabíamos quien era nuestro vecino). Pero si me percate que habían 3 grupos, digamos, los “no patucos”, los “nautinos” y los “patucos”. Y bueno cada uno insultaba al otro argumentando su superioridad, y otras razones de rechazo.

Sinceramente yo solo leía con linterna mi libro de calculo básico (full limites y derivadas), sin embargo fui presa de buen porcentaje de los insultos generados. Es que algunos grupos creían que yo estaba chupando, y encima que yo tenia la única radio del lugar, y eso era totalmente falso.

Al día siguiente, fuimos a ver el aprovechamiento de aguaje, “subiendo las palmera”, fue la primera vez que vi un “subidor”. Luego se procedió, a soltar o a abrir los huevos de charapas, de una playa artificial de la comunidad, la verdad, en ese momento por la rabia y el mal momento pasado, no valoré mucho el instante, en verdad el momento es alucinante. Luego un grupo de estudiantes disconformes, (creo que 9) nos asociamos y decidimos regresar por nuestra cuenta hacia nauta (no creo que éramos los malos, pues los primeros 3 puestos de orden de merito, estaban en este grupo).

Cooperamos y a las 2pm, partimos de 20 de enero rumbo a nauta, diciéndole al profesor del curso, que nos retirábamos del mismo. Bueno éramos unos 9 alumnos, el motorista , su mujer e hijo recien nacido, un ingeniero de Inrena; el bote era pequeño y full peque-peque. A media hora de camino el motor se malogró, y estuvimos aproximadamente 45 minutos esperando que el motorista lo arregle. De paso vimos el habitat de bufeo (delfín rosado), que esta a unos metros de la entrada al Yanayacu (espero que siga existiendo pues era alucinante). Luego el bote arranco y continuamos el viaje.

Posteriormente vino un ventarrón, y se aproximaba una lluvia, y llegamos al inmenso marañon, éramos una hormiguita al lado de un elefante. Comenzaron a embravecerse las olas, la verdad todos nos asustamos; cuando me di cuenta estabamos en medio marañon, y cada ola metía buena porción de agua al bote. La verdad en un momento creí que era el fin. Y vi. a mis compañeros, con sus manos, sacar el agua a como dé lugar. Era muy desesperante. Y encima estaba la mujer y el recien nacido del motorista, ellos me preocupaban mucho. Y a punta de esfuerzo el motorista nos llevo a la orilla, y por 10 minutos detuvimos el bote, para ver que todo este bien. Luego él decidió usar un atajo para llegar más rápido a nauta. Y así nos dio la noche, y reinaba el silencio y la oscuridad, y notabamos un tanto preocupado a motorista, a eso de las 7pm, yo le pregunte, “chocherita a que hora llegaremos a nauta”, y me dijo,,, “para ser franco no se pues no encuentro el canal de salida”, y los del grupo recién sientiron la pegada, hubieron algunas lamentaciones, ahí estábamos nosotros perdidos en el corazón de la amazonia, en brazo principal del la fuente fluvial más importante de agua dulce del mundo. El hambre y el cansancio (y sobre todo los tabanos), hacían más insoportable y deplorable el momento. Aunque de ahí, el motorista se inspiro y no saco de ese laberinto verde. Al rato y a lo lejos vimos en esa noche nublada, el reflejo de las luces de naura en las nubes. Y se escucho un grito estruendoso en pleno marañon.....NAUTA, NAUTA,,,,VIVA NAUTA,,,,NAUTA NOS SALVAMOS. Y todos pusieron su cara de sonriza (otra cosa que no he contado aún, es que según yo, los más renegones de vivir en nauta, estaban dentro del bote, y cada vez que llegaban a nauta, renegaban). Todo el mundo coreaba el nombre de nauta, y de verdad, después de tantos sustos, estabamos ahora cerca. Y al rato, el motor me generaba dudas, y le pregunte al motorista que pasaba, y me dijo, que posiblemente se va acabar la gasolina. Nuevamente el miedo se apodero de todos. Pero lo bueno es que creo ese bote llego al puerto sin gasolina, (un bufeo nos habrá jalado hasta el puerto). Luego llegamos, y la mayoría regreso a Iquitos.

Y luego a retirarse de ecología, bueno yo lo lleve al año siguiente, pero ya no volvi a la reserva.