Tuesday, February 09, 2010

SuperPolicia el nuevo héroe peruano


Desde muy chibolo siempre miré con malos ojos la función que cumplen en el Perú las fuerzas armadas y la policia, quiza por todas la guerras que hemos perdido, o por su participación negativa en la guerra contra el terrorismo y por toda la podredumbre causada por la corrupción en todos los cuerpos.


Pero uno de los factores que más me hacia repudiarlos es el hecho de que en los cuerpos armados las ordenes se cumplen no se discuten ni se conversan. Yo siempre a mi padre le he dicho, que en las fuerzas armadas cualquier imbecil que tiene un grado de superior puede mandarte y hasta estropearte sin que uno pueda opinar, reclamar o sustentar sus opiniones. Creo que la falta de voz, es lo más denigrante que tiene la policia, pues pueden tener muy bajas remuneraciones, pueden acusarlos de muchas cosas, o pueden soltar a delincuentes que mucho trabajo les costó capturar, pero ellos no tienen permiso para pensar y opinar, lo que en realidad les quita la escencia de su humanidad.


Ante todo ello, ha surgido un suboficial que por primera vez me ha propiciado respeto a primera impresión, ha surgido un señor que se ha cansado de ser como un zombi o soldadito de plástico y ha hecho sentir su voz en todo el Perú. Alguien que se ha puesto los pantalones de varoncito y ha retumbado los oidos del gobierno, ha llevado el grito de miles de policias cobardes. Al toque lo separaron y le van a procesar, por sólo querer que lo escuchen.


Este señor es el suboficial Edward Casas, quien el último viernes encabezó una protesta en los exteriores del Ministerio de Economía en reclamo de una mejora salarial. Siendo suboficial incluso está luchando hasta por las mejoras de los generales, y por ello lo quieren callar.


De acuerdo a voceros del gobierno (osea sobonazos) todo el que ingresa a la institución policial lo hace de manera libre y voluntaria y con la vocación de servir. Desde la formación hasta el ejercicio de la función el efectivo policial conoce que está sometido a un reglamento disciplinario. Osea el opinar que tienen un salario miserable es un acto de indisciplina, así pues esta hecho este miserable país.


Mi solidaridad con Edward Casas, y todos los policias que están poniendose los pantalones y exigiendo mejoras para sus familias, ante tanto policia con falta y harta franela. Todo les achacamos a ellos, pero ¡Que se hace por ellos?


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